El amor en tiempos de cólera.

La frase titular de un querido poeta "El amor en tiempos de cólera" describe desde lejos y posiblemente desde la ficción, pasada, una realidad presente, respirable al alba de estos días modernos. Y es más justificable la cólera que el amor, en estos días modernos. Un nuevo tratado de conveniencia prevalece al dictar de nuestra conciencia por sobre el de nuestros corazones. 

Eso es todo lo que queda de un amor sincero, verdadero, que de infinito se convirtió en fugaz. "El amor en tiempos de cólera" podría titular esta novela biográfica que supera o iguala a aquella ficción. Pero contrario al mundo de los cuentos, las hadas, dónde la pasión del amor todo lo puede, aquí gana la cólera. EL amor se vuelve naif. Su inocencia lo condena a la derrota, sobre todo cuando no es justamente la inocencia una virtud en estos tiempos modernos, de cólera. Pero acaso no es el amor el más sincero de nuestros sentimientos, o es acaso más sincero el desamor en el amparo de la cólera, motivado por cualquiera fuera su motivación. Somos nosotros quienes ponemos en diferente pedestal a los besos y a los cachetazos; dándole más importancia a los segundos reprimimos la importancia de los primeros, pero no es la falta de cachetazos lo que nos dá felicidad- de ahí el masoquista- sino la abundancia de besos, naif- si- pero cierto, incuestionable. Sin embargo obramos continuamente en sentido contrario a este concepto irrefutable. 

El amor en tiempo de cólera. "Ámame, ódiame  pero no presumas de la  indiferencia... porque no tendrás mas que ella en el sentir de tu piel". 

Aldo Baccaro.