El cuento que no ganó el Premio Itaú
El tema del día era escribir un cuento. Aldo Baccaro No había tenido un buen día, pero no quiso faltar a la nocturna. La alternativa que podía esperarle en su casa no era mejor. Lo pensó muy bien, lo hizo. Un llamado a Marta y lo esperaría con la cena lista, caliente, con olor a hogar... acompañada de una metralleta de chusmerios, primero del barrio y luego de la escuela de los nenes, incluido alguno de la madre del chico ese de 3ro B, la "viuda negra". Seguiría la velada con un cuestionario abrumador en busca de respuestas que repetiría a viva voz e indignada al día siguiente en la panadería, y un sin fin de reclamos entre labios relinchadores, empezando con el "por qué no había ido a la escuela ese día" y continuando con el famoso "y claro, como vos nunca estás en casa"... Los chicos peleando continuamente, griterío incesante en busca de su intervención, nuevos reclamos de Marta. La mejor decisión que pudo haber tomado fue haber ido a la escuela, a