EN LA ESCUELA ME ENSEÑARON MAL O EL MUNDO SE EQUIVOCO
Me complace anunciar que he terminado de escribir mi ópera prima. "En la escuela me enseñaron mal o el mundo se equivocó" es un trabajo que lleva mas de una década conmigo; si bien ha mutado muchas veces, nunca perdió su esencia y está listo para ser finalmente compartido. Allí quedó plasmada mi vida, mis pensamientos, mi amor y todas mis historias, al menos las que vale la pena o quiero que sean contadas... en palabras voladoras que debían ser impresas en un papel. Ahora depende de ustedes. Yo solo soy un mensajero... jajajaja.
"Próximamente en tu librería amiga".
PRELUDIO
Hay un niño jugando
en un basural. Solo, en el medio del campo. Juega con las botellas. Juega con
un auto abandonado. Rompe, arregla, inventa, sueña, imagina, es consiente de su
soledad, parece disfrutarla. Pero sabe, al mismo tiempo, que no hay nadie con
quien compartirla. Como huérfano. Perplejo, complejo, observando como las
moscas juguetean con la mierda... hace fuerza, aprieta el culo queriendo
aguantar y se caga encima... placer... culpa... vergüenza... soledad...
venganza solitaria... el problema será cuando los demás se den cuenta. Ellos,
que son tan perfectos, tan ajenos, tan lejanos de la mierda.
Me oyes... y la noche se asemeja
a una canción
Estoy, aunque muy lejos, tan
cerca hoy
De abrazarte y obsequiártelo todo.
Estás en silencio, vos y tu corazón
Allí estoy yo aunque no quieras
ver
Conmigo estás latiendo
Y algo se parece al amor. Aunque
de lejos…
Siempre de lejos.
... Y los años fueron
pasando. Mi vida, el amor y mi desenfrenada verborragia me convirtieron en lo
que soy. El mismo ángel que enfrentó al Diablo y le dijo- “te parecés a mi,
hagamos el amor por los rincones y serás solo feliz así” – se me acercó una
noche de invierno en la vieja estación de trenes de Belgrano C y me dijo- “vos
no te hagas el boludo, que andás cerca aunque no pertenezcas al club”. Lo miré
fijamente, ángel caído, debilucho y desplumado, y le dije- “No, flaco, yo sigo
siendo todavía un ser humano”. Porque en
definitiva eso es lo que soy, tan solo
humano, aunque me mueva entre la gente como un tipo extraño, extraño a todo
aquello que parece ser normal o cotidiano, pero que para mi propician la
extinción de lo que estoy representando.
De
eso se trata este manojo de relatos, de cuentos, de aventuras, de penas y
desventuras, de amor, de una adolescencia que jamás se debe perder, de la vida…
Aldo Baccaro. Buenos Aires,
03-03- 2012.
(Paréntesis)
El santuario de Nuestra Señora del Guadalupe, en el barrio de Palermo, Buenos Aires, tiene una urna donde la gente deposita papelitos con pedidos a “Dios”. No pude resistir el impulso o la tentación de depositar uno donde escribí: "que a nadie en el mundo le falte la cena". Mi hijo me preguntó qué era lo que había hecho, le expliqué, afirmó con la cabeza que había entendido y se quedó callado unos segundos... casi treinta. Levantó la cabeza, me miró nuevamente y preguntó: “¿y se cumplen?”…
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