La carta marcada:


Quisiera amarte, con todo mi corazón, darte todo de mi, entregarme entero a tus besos hasta saciar todo tu deseo. Realmente quisiera hacerlo. Pero eso que estas buscando dentro de mí, eso que ansías con todo tu corazón, está roto. Temo que se rompió para siempre. Y aunque te esmeres en juntar los pedazos, en intentar restaurarlo, haciendo un excelente trabajo por cierto, paciente, prolijo, continuo, perseverante, temo que no vas a lograrlo. 

Sin embargo, aquí estoy, lo que queda de mi es tuyo y te quiero. Voy a acompañarte todo el tiempo que me acompañes; voy a dormir en tus sueños haciendo de cuenta que todo es real, sintiendo, haciendo que me sientas, intentando con fuerzas que valga la pena. Apostando todo lo que queda, "con ojos salvajes". Y no voy a abandonarte hasta que no me abandones. Queda un largo camino por recorrer. Tu mano, mi eterna compañera, leona madre de leones, tu garra es lo único que calma el dolor de mi garganta... yo aliviaré tu tristeza con besos de lobo y haré destellar en tus ojos el color de la sonrisa. Eternamente. Cumpliré las promesas que otros no cumplieron, y vos lo harás para mi. Lo bueno de no tener corazón es haber perdido el miedo a que te lo rompan. Yo cuidaré del tuyo, o lo que queda de él, a cambio de que guardes en tus manos los pedazos que has encontrando de lo que queda del mío. 

Porque podemos vivir el sueño y aquí estamos viviendo. Vivamos. 

Aldo Baccaro. 

Comentarios

Entradas más populares de este blog

Mas allá de la frontera del sol

Itau- Movistar Master Card curro

10 años