ARGENTINA:

La Argentina es un país, al sur del continente americano, cuyo único ideal de nación es la "viveza criolla". Ah... los "gringos", los "yanquis", no saben nada de la vida. Son fríos, son cuadrados y no hacen el amor como un argentino. La Argentina tiene la mejor carne, el mejor pan y el mejor vino, los mas lindos paisajes y las mejores mujeres. La argentina es el granero del mundo, el país de la abundancia, de la ostentación, del buen gusto y las buenas costumbres, donde se juega el mejor fútbol, donde nacen los Hombres. El sol y la virgen son argentinos y el presidente de este país siempre negoció mano a mano con Dios. Esa barbacoa de los "chicanos" y los "yanquis" no resiste ni la menor comparación con un buen asado argentino, nada tiene que envidiarle el Choripan a la salchicha de Viena, al revés, y esa "fritura" de los norteamericanos y los franceses en el desayuno... ah... no saben lo que es el pan, manteca y dulce de leche. El té de los ingleses, bah... que vengan a probar un buen mate con bizcochos pa´ saber lo que es bueno. Los autos: el Torino, una fiera, el "falcon", la "chevy", el "dogge" de fabricación nacional, duros, nada de juguetes japoneses; en este país todos son pilotos. El argentino es un vivo bárbaro, que nació despierto, que se la sabe todas, un avanzado, todo lo inventado afuera en Argentina se perfecciona, sobre todo los sistemas delictivos. Es macho, el recio, "latín lover" mezclado con siciliano, el que siempre pasa primero, el que no espera, el respetado que no respeta a nadie, confesemos: el argentino es una raza superior a la humana y La Argentina es el mejor país del mundo.
Claro, si, me imagino... usted se preguntará, querido lector, por qué los argentinos están como están ¿Por qué La Argentina parece entonces un país en vías de extinción? Y creo que tengo la respuesta: porque todo lo que dice el párrafo superior que usted acaba de leer, el argentino común lo cree realmente y lo predica como el "cura" su religión. La argentina fue el país de la solidaridad, de la institución, de la familia, cuyo sistema educativo permitía que el hijo de un zapatero sea neurocirujano, gran nivel científico, excelentes profesionales y obreros fuertes. Un país prometedor, de grandes extensiones y riquezas, sus praderas infinitas, sus bosques, su selva, su desierto, la cordillera, los interminables kilómetros de costa... Los domingos de familia unida, de afecto, pasta o asado; abundancia. Hoy La Argentina es el estado de la viveza criolla, la viveza criolla que consumió a La Argentina sin producir mas que miseria. Nación cuya sociedad se pasó de despierta y soñó... y ahora tiene que volver a despertar, a trabajar para recuperar su patria. Pero si La Argentina forjase su verdadera constitución nacional, si trabajase tan solo un poco en la reforma de un estado hacia la solidaridad, estén alertas las potencias, porque seguramente tendría infinitas las posibilidades de progreso.


A La Argentina la frase "tiempos modernos" no le sienta bien. Era un país donde ser medico, político, militar, maestro, policía, almacenero, bombero o albañil eran sinónimos de Señor, digno del respeto social que hoy perdieron esas profesiones casi por completo. Ser sencillamente un trabajador era algo que se llevaba con orgullo, se exhibía, uno se jactaba de ser trabajador. Hoy decir "soy trabajador" es sinónimo de inocencia, de menor capacidad mental, de falta de sabiduría y ,en el mejor de los casos, de humildad. El campo era el orgullo nacional, "el granero del mundo" - decíamos - "la mejor carne". Hoy comer carne, si se puede llamar así a los cortes vacunos que se consiguen en los supermercados, es un lujo. La Argentina reconoce que "siempre hubo corrupción", pero lejos de ser esto la base de su lucha, es la base de la aceptación, de la justificación. Donde aquellos menos, hoy, ostentan el poder
. De la época de “mijo el dotor” se desprenden nombres como el del Dr. Favaloro, medico argentino que inventó el "By pass" y le salvo la vida a millones de personas en el mundo. El Dr. Favaloro se suicido hace dos años de un tiro en el corazón, dejando una carta: "el estado argentino lo había estafado". Pero a nadie pareció importarle mucho. En un estado sin Nación, la tierra de nadie, hay una fila de jóvenes marchando, paso a paso, uno tras otro, hacia algún lugar, lejos; Atrás... La Argentina parece desaparecer. Quizás sea ésta la peor crisis, una que no permite posterior reconstrucción. No hay valores, no hay honores, no hay códigos... no hay bandos; cada día nos espantamos un poco menos. ¿A quién seguirían los jóvenes en una tierra sin líder? las palabras de la escuela han perdido realidad, "libertad", "Verdad", "Honor", "Justicia", "Patria", "Compañerismo"... ¿qué fue lo que paso? "Utopías", porque en la tierra de nadie soñar está prohibido. Porque en "tierra de nadie" es solo explotación y maltrato. No hay garantías de nada, a nada hay derecho. Porque la única opción, para sentirse joven y argentino, es salir con algunos viejos a hacer ruido con una cacerola, cortar calles y aguantarse bocinazos, quejarse... sin saber a quién ni cómo, aguantarse y llorar, porque los jóvenes argentinos todavía lloran. A todos en el mundo: Esto es Todavía Argentina.


Aldo Baccaro. Sep 2002.

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