A más de dos años de “Cromagnon” seguimos viviendo en el Mundo de Oz

mientras sobrevivimos en Buenos Aires pongamos un poco de sentido común a nuestras vidas.

En un primer momento, entendí que los chicos muertos el 30-12-04 habían perecido a causa de la asfixia y politraumatismos, producidos por un incendio y una serie de graves irregularidades devenidas de la negligencia por parte de los responsables del evento. Luego, Los familiares y sobrevivientes nos decían que a los “pibes los mato la corrupción”. Pero el gobierno siempre sostuvo que a los “pibes”… ¿Los mato el RocK?
Me gustaría poner un poco de orden intelectual en todo esto, probemos:

Los “pibes” murieron en su mayoría por asfixia y politraumatismo, no por quemaduras, producto de un incendio y una serie de graves irregularidades devenidas de la negligencia por parte de los responsables del evento.
Dentro de la bolsa de responsables está el gobierno (llámese estado, poder, políticos, etc) que no supo regular y controlar dicha actividad. Ese gobierno hasta donde aprendí en la escuela primaria se divide en Ejecutivo, legislativo y judicial. El ejecutivo se lavó (o por lo menos lo intentó) las manos; el legislativo se apuró en echar todas las culpas al ejecutivo y a fuerza de rosca parece haberlo logrado; el judicial… el judicial no tengo idea que carajo está haciendo, pero me parece que ellos tampoco. Quisiera destacar, que las fuerzas de seguridad dependen del ejecutivo nacional.
Dentro de la misma bolsa, están también los Organizadores del evento y dueños del Lugar. Estos a simple vista son: Chaban, Callejeros, Hotel Central Park. Chaban está preso, alguien tenia que estarlo, va a seguir preso bastante tiempo y dudo pueda retomar su actividad: Crear espacios para la libre expresión de la cultura under y alternativa como lo hace desde épocas de “
La Cueva”; Callejeros pretende hacernos creer que son victimas, generando así una polémica social “a favor de” o “en contra de” que no genera construcción alguna, ya que están libres cuando deberían estar presos y se les prohíbe “tocar” cuando deberían poder hacerlo a su antojo según la declaración universal de derechos humanos y nuestra constitución, siendo el gobierno el responsable facultativo de garantizarlo y no de prohibirlo.; Los dueños del Hotel… ¿quiénes son? Parecen fantasmas, se nos pretende hacer creer que dicho edificio no es de nadie y los responsables del hotel están libres y aparentemente “coleando”.
Un aspecto interesante sobre el causal de muerte de estos jóvenes es el hecho de la famosa “puerta de emergencias”. Esta que aparentemente no existía, que a nadie le conviene que exista, ni a los imputados, ni a los responsables de ningún poder, ni a la policía, ni a los bomberos, ni a los demandantes de resarcimiento económico. Lo cierto es que en el local había un portón de mas de 4 metros de ancho y tres de alto, con sistema antipático y un terrible cartel luminoso que decía: “Salida de Emergencias” y que daba de manera directa a la entrada de estacionamiento del hotel, por ende a la calle… pero estaba cerrado con un candado y nadie parecía tener la llave. Yo mismo soy testigo de haber visto entrar un camión repartidor de bebidas, que suministraba el local, por ese portón. De haber estado abierto, de haber tenido la llave quien debiera tenerla, no estaríamos hablando de muertos por asfixia. Por lo que hay al menos un responsable material mas del que suponemos. Sumado claro, al que tiró la bengala, de ninguno de los dos sabemos mucho y ambos están… Coleando? O muertos, ambas condiciones que convienen a los implicados enumerados en el párrafo anterior.
Por otro lado: Vamos al presente: la censura indiscriminada e hipócrita a la cultura rock. El rock es la forma de expresión popular de miles de jóvenes de nuestro país y desde hace mas de cuatro décadas, por lo tanto una cultura. Plantearnos seriamente sobre responsabilidades en el caso Cromagnon es replantearnos todo el sistema de sociedad completo, por lo que echarle la culpa al rock, una cultura que tiene como principal contenido la manifestación contestataria al sistema social, va como “piña” (o palazo limpio). Muchos jóvenes se han manifestado mediante esta cultura por generaciones, es parte sin duda de la adolescencia de millones de personas en el mundo, no la inventaron los “rollingas”, es tan solo una manifestación de esta cultura y que nos da mucho que pensar… a me olvidaba, pensar no es algo a lo que parece estamos acostumbrados. Prohibirla, censurarla, sistematizarla y monopolizarla es ilegal, por lo tanto nadie está facultado para hacerlo. Pero en este punto la corrupción se nos muestra en su mas temido aspecto
: la legitimación. Ahora parece que manifestarse a través del rock, y hasta el rock en si mismo, son cosas ilegales; por eso hay que pedir un permiso especial para que vengan a controlar que no se fume, no se beba, que hablar de un “porrito”… pero al mismo tiempo se garantiza que un grupo similar de individuos con palos, caras tapadas, corten una calle de tipo “arteria principal”, armen un camping, tomen “tetra”, fumen lo que sea, orinen y hasta defequen las paredes publicas y privadas, destrocen e incendien propiedades publicas y privadas… y por su puesto toquen el bombo, ya esto ultimo es una ironía demasiado fuerte: estos individuos tocan el bombo mientras rompen todo y nos cortan la libertad con garantía gubernamental y a un artista se le prohíbe tocar la guitarra mientras hacemos uso de esa libertad.

Podría seguir enumerando los raros aspectos que tiñen la historia de Cromagnon; pero parece evidente, si bien me quedaron varios puntos por tratar, que ya podemos concluir en que estamos de cabeza, al revés, socialmente hablando; que necesitamos políticas más serias, que necesitamos sentarnos a pensar de vez en cuando antes de seguir votando y comprando. Que de una vez por todas necesitamos tomar conciencia “todos” sobre lo que nos está pasando. “Si nos ponemos todos de acuerdo: llegará la paz”.

Lic. Aldo Baccaro
periodista

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