El inmortaL 11


.El mundo sigue cada vez mas loco, mejor no hablar de mi país. Yo sigo aquí, con un cigarrillo en la mano - aunque hallan pasado cientos entre la ultima vez que lo escribí y este que me estoy fumando- sin saber el verdadero significado de la vida. No se rían. Porque mientras reímos de ello, vivimos todos los días. Aunque mas bien lo que hacemos la mayoría es transitar entre un día y otro, mientras se deteriora el cuerpo, como si subiésemos escalones de una escalera que queremos nos lleve al cielo pero que tan solo nos llevará a la muerte.
Ni por puta puede haber un dios en ningún cielo, se los aseguro, por los que quieren creer lo siento, a veces yo también intento, pero es imposible que haya un dios en ningún cielo. De esta manera descartamos, o damos por descartada una de las hipótesis de la vida. La verdad es que el mundo debe haberse creado con una explosión y en cualquier momento va a explotar de nuevo... porque si no explota solito lo vamos a volar nosotros. Seamos sinceros, no nos aguantamos el uno con el otro, eso de amar al prójimo se refería a que tenemos la naturaleza de amar lo del prójimo y odiar al que posee lo que amamos...¿se entiende? No ¿no? o tal vez sí. No importa. No hay nada en lo cotidiano de la vida de un común y simple hombre, como lo ha de ser quien forme parte de la mayoría de los hombres, que realmente importe. Tan solo hay una lejana y fría, aunque allá a lo lejos debe de ser tibia, luz. Como la zanahoria de la que hablaba mi amigo. Pero estoy queriendo convencerme de que hay que parar la pelota. Si de esto se trata ser uno mas... yo seré uno menos. Porque prefiero pelearme con y contra el mundo a seguir viviendo sin vivir... viviendo mientras me siento muerto, vacío de sueños, con temor a los recuerdos, tratando los deseos como promesas infantiles que de no cumplirlas se trata el ser adulto. Seré el niño que llevamos dentro... o, por lo menos déjenme un ratito para que pueda creérmelo y aunque sea en ese instante de imaginación, ese instante somnoliento, ese instante donde las lágrimas se mezclan con la riza... yo pueda creer, yo pueda ser dueño de la fantasía y, tan solo por ese instante, pueda ser, o creer que soy, o parecer, o tan solo acercarme... ser feliz. Aunque no sepa lo que feliz significa.

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