bajo la luna de enero

Me paro ante vos, majestuosa montaña
y bajo la luna llena me maravillo frente a tus laderas.
Siendo un guerrero que llega cansado
me siento cazado por la noche eterna
sin perder más tiempo debería desnudarme
despojarme de armaduras, ropas y mas pesos
para treparte, peldaño a peldaño, hasta la cumbre
y besar el monte allí a la luz acariciados por el viento.
Pero sino el más valiente guerrero
se sintiera vulnerable ante la desnudéz
el sacrificio que requiere escalarte
es mucho para mi humilde voluntad;
no entregues a la frustración tu grandeza
por verme vencido a tu regazo cual un niño…
Porque aunque me entregue a vos
rendido y maravillado ante tu bellesa
no podré despojarme- y no por ganas faltas,
sino por las fuerzas que me han abandonado-
de mis armaduras que me pesan
ni de mis ropajes gastados.
Aquí moriré a tus pies
Aunque me esperes en el cielo…
Con el deseo de treparte, con miedo y sin él,
moriré soñando con las caricias
del viento entre tus praderas
bajo la luna de enero en esta noche eterna.