Debates, diretes y realidades.

Buenos Aires. 16 de Noviembre de 2015, 

Este fue un fin de semana de mucho debate, mucho diretes, y una realidad que pareciera de ficción. Por eso comienzo la presente escribiendo la fecha en primer lugar. Pareciera aquel mundo del revés el que estamos viviendo, donde la ficción es la que debiera ser creíble y la realidad, bueno, en el mundo real todo pareciera poder pasar. 
Viernes 21hs. Nos enteramos que en París varios grupos de locos fundamentalistas religiosos, al mejor estilo Hollywood, abrieron fuego a mansalva y sin discreción en varios lugares públicos y, más allá del centenar y medio de muertos y los muchísimos heridos, sembraron el pánico en París y gran parte de Europa. 
Entramos en el fin de semana. Mientras muchos de nosotros nos solidarizábamos con el pueblo francés, sobre todo los que tenemos algún que otro amigo por esas tierras y, obviamente, vía redes sociales; El gobierno de ese país- y lo triste es que lo hiciera secundado por el gobierno inglés y con el guiño de ojos del gobierno norteamericano- decide mandar 4 aviones de guerra a bombardear pueblos de Siria. Lo cual, lejos de contrarrestar atentados como los de París pareciera justificarlos y mucho más lejos de prevenirlos pareciera alentarlos. Al punto, que un humilde servidor como quien les escribe empieza a preguntarse si- al igual que las Torres Gemelas- no son maniobras de inteligencia (autoatentados o al menos incentivados) con el fin de justificar las acciones bélicas a continuación planteadas de antemano. 
El remate del domingo, a modo de postre, lo dieron- ya en nuestras tierras, para mostrarnos que somos parte de una locura globalizada- los dos candidatos a presidente que competirán en las urnas la semana siguiente por ballotage. Ambos apegados a un discurso que mal podríamos llamar publicitario, se empecinaron #Argentinadebate de por medio en hacernos creer que había que votarlos a ellos- cualquiera fuera- porque el otro era peor. Pero eso no es todo, ya que dijimos que la realidad podría superar cualquier ficción, ambos prometieron que podían solucionar mágicamente los problemas del país sin ningún tipo de sacrificio por parte del pueblo. Me quedo con la frase de un periodista que dijo: "Ambos prometieron que podíamos adelgazar rápidamente y sin hacer dieta pero no dijeron cómo". Frase de Scioli a Macri, en este caso, "Decis que vas a solucionar el problema del narcotráfico y no pudiste solucionar el tema de los trapitos". A lo que claramente Macri podría haber contestado. "¿y Boston?... 

Nos estamos viendo, 
Aldo Baccaro. 

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