Quién pudiera vivir la vida como las partes lindas de una película.
Besarse con la mirada mientras pasa un cometa sobre nuestras cabezas-
Cenar pastas a la luz de las velas, brindar con vino tinto.
Hacer el amor hasta desmayarse, sin miedos ni culpas.
Viajar por la montaña, tomarse de la mano, sonreírle al viento mientras nos peina la cara. Amarnos en cada parada.
Quién pudiera despertase con un café y un beso alguna mañana servido en su cama.
Ay, que delirio, amar al amanecer...
al anochecer seguir amando como si no importase el mañana.
Los mates de la tarde, eternos, etéreos,
sin que el sabor a edulcorante apañe su mirada.
Cuando cae la noche y las estrellas
es lo que sentimos dentro y no sobre nuestras cabezas.
Quien pudiera sentir, por tan solo un instante
que ya no le falta nada, que el mundo está completo.
Sin importar que los miedos pretenden siempre invadir al alma.
Sin querer salir corriendo cuando llega la cotidianidad.
Quien pudiera sentir todo esto sin importarle el mañana.
Por qué el mundo es tan codicioso que mata al amor.
Quién pudiera vivir todo esto y quedarse tan solo un instante
a contemplar esa obra de arte que nos daba el espejo,
para poder disfrutarlo sin que llegue la otra parte
de esa realidad, que es tan distinta y tan cruel,
que nos hace creer que la primera fue tan solo una ilusión.
Quien pudiera vivir todos esos cuentos donde sos hada y princesa
donde yo soy un caballero, quijote y los gigantes no existen.
Quien pudiera amarte como yo te ame y que me ames como cuando me amabas.
Quién pudiera vivir una pizca de aquel cóctel infernal que nos contaminó de alegría.
Para que pueda juzgar nuestra atadura a un pasado que no promete futuro.
Porque quién vivió una vez, en esa locura que es un mundo perfecto, morirá lentamente en la cordura de lo correcto.
quién pudiera hacer, lo que ya no podemos.
AJB! ( quién pudiera. en movimiento)
Besarse con la mirada mientras pasa un cometa sobre nuestras cabezas-
Cenar pastas a la luz de las velas, brindar con vino tinto.
Hacer el amor hasta desmayarse, sin miedos ni culpas.
Viajar por la montaña, tomarse de la mano, sonreírle al viento mientras nos peina la cara. Amarnos en cada parada.
Quién pudiera despertase con un café y un beso alguna mañana servido en su cama.
Ay, que delirio, amar al amanecer...
al anochecer seguir amando como si no importase el mañana.
Los mates de la tarde, eternos, etéreos,
sin que el sabor a edulcorante apañe su mirada.
Cuando cae la noche y las estrellas
es lo que sentimos dentro y no sobre nuestras cabezas.
Quien pudiera sentir, por tan solo un instante
que ya no le falta nada, que el mundo está completo.
Sin importar que los miedos pretenden siempre invadir al alma.
Sin querer salir corriendo cuando llega la cotidianidad.
Quien pudiera sentir todo esto sin importarle el mañana.
Por qué el mundo es tan codicioso que mata al amor.
Quién pudiera vivir todo esto y quedarse tan solo un instante
a contemplar esa obra de arte que nos daba el espejo,
para poder disfrutarlo sin que llegue la otra parte
de esa realidad, que es tan distinta y tan cruel,
que nos hace creer que la primera fue tan solo una ilusión.
Quien pudiera vivir todos esos cuentos donde sos hada y princesa
donde yo soy un caballero, quijote y los gigantes no existen.
Quien pudiera amarte como yo te ame y que me ames como cuando me amabas.
Quién pudiera vivir una pizca de aquel cóctel infernal que nos contaminó de alegría.
Para que pueda juzgar nuestra atadura a un pasado que no promete futuro.
Porque quién vivió una vez, en esa locura que es un mundo perfecto, morirá lentamente en la cordura de lo correcto.
quién pudiera hacer, lo que ya no podemos.
AJB! ( quién pudiera. en movimiento)
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