La cuestión
Hay algo allí, en el fondo de esta cuestión
Y está tan claro como que no lo podemos ver.
De nada sirven los brebajes, los concentrados
De nada sirven los humeantes a la razón
El mundo le debe al mundo una explicación.
Es tan bonito, a veces, internarse en un cuerpo de mujer
Como lo ha de ser abrazarse a un hombre
Provocando un éxtasis bastante sustancial
Donde creer es fácil, entonces, en que hemos descubierto al
alma
Para salir a volar prendidos de ella por ahí.
Pero el efecto de las
emociones es, más o menos, pasajero
Y pasa, como una droga que mata, luego del calor de la llama
Queda un vacío que
las cenizas no sabrán llenar
y el triste recuerdo, de haber creído alcanzar al alma.
Otra vez nosotros mismos, otra vez el Yo
Qué falta de respeto al intelecto, un Yo que engaña.
Si hay algo peor para el alma, que ese rostro mirándonos desde
el espejo
Es un Yo que engaña, un Ego, que sabe imposible al “Pienso
luego existo”
Pero que nos culpa por existir y después no saber en qué
pensar.
Pensar en nada, es la clave existencial
Para no llegar nunca a la existencia y vivir en paz.
Entonces inventamos las canciones de amor
Y las cantamos
Y pensamos, queremos creer, que va por ahí.
Un día el triste despertar nos lleva de nuevo al espejo
Estamos viejos, cansados no de vivir, sino de querer seguir
viviendo
De alguna manera nos rendimos al legado
Resignados a dejar las cosas a medio camino
Para alguien que llena nuestros corazones con solo una
mirada
Mucho más que aquel mentiroso espejo que nos mira hasta de reojo.
Cuay de aquel que no tenga ya sembrado, cosechado y servido
El fruto del legado a quien legar su legitimidad
Porque aquel será infeliz, por no cumplir siquiera
Con la ley natural, caso de aquel hombre que no sirve para
nada
Pero se mueve entre los hombres con aires de superioridad.
Aquel más engañado que nosotros que cree haber encontrado la
verdad
Siente que la verdad es saber que la mentira es mentira
Le aviso aquel que no ha encontrado nada, que lo sepa,
O perezca tranquilo en el intento de saber.
De una u otra manera
aquí estamos
Preguntándonos, o por lo menos yo,
De qué sirve preguntarse de dónde venimos y hacia dónde
vamos.
Tan convencido en mi niñez de entender el mundo
Sabiendo en mi madurez que no entendí nada.
El problema radica en la posibilidad
De que una vez descifrado ese indescifrable
al final del infinito que propone la razón,
por tiempo o por potencial, posible falta de herramientas,
no poder hacer nada, ay qué infelicidad, qué frustración
saber al final del camino que hemos tomado siempre la ruta
equivocada.
Debe ser lo mejor no llegar nunca a ningún lado, consuelo de
tontos
Comida de pobres, de las gentes con paz en el alma…
No será en la muerte que el alma halle la paz
Sino en el descanso de una vida triste, triste para el que
no descansa.
Hay algo allí, al final del infinito camino que nos presenta
la razón
No hay dudas, tanto como de que es imposible llegar a eso.
Maldita zanahoria que tira del burro, como el burro
No podemos entender la fruta que sirve de anzuelo
Para llevarnos de narices, de bruces, al continuo fracaso.
Claro, y ahora te toca a vos, pensás que no sos así
- - No hagas mías tus palabras maldito infeliz-
pensás.
Y está bien, porque no puedo decirte lo contrario.
Who wants to live forever…
Aunque en algún momento debes saber que no todo es igual
Que no todo está bien, que no todo está mal
Que hay un mundo por desconocer y otro por creer.
A la mierda con aquel que crea que ganó,
Siquiera sabiendo lo que había que ganar,
Creyendo que tiene la vida hecha, sin nada mas por realizar
Cuando es solo el deseo impotente de sentirse realizado,
en realidad, Lo que cuelga de sus genitales… zaz…
Yo no sé si es la vida, el destino, un Diós mas que divino
muy perverso
Pero lo que sea que fuera le quitará el escalón donde creyó
estar parado
Y , en el mejor de los casos, deberá empezar de vuelta.
Pa dónde… esa es la cuestión más que el pa qué.
Porque sabemos que es mejor estar vivos que estar muertos
No puede haber dudas sobre ello, cállate Sueiro… bueno, ya
se calló.
Hasta aquí la cuestión de base, que preocupa a mi intelecto
Ya sea el corazón o la razón nos llaman a la necesidad de
creer en algo
Aferrarnos durante todo un camino que nos lleve hasta algún
lado
Para sentirnos orgullosos, en calma el alma con el ego,
Aun cuando perezcamos
en la aventura.
Pero es que yo siempre he sido un renegado
Que no he podido realmente creer en nada
Y sigo buscando, me mato pensando, a veces creo rozarlo
Y hace falta una buena borrachera para poder olvidar
tranquilo;
Para que el cuerpo descanse del alma, el alma en pena.
Cuando darle rienda a la razón hace daño
Mas empañando el dolor con sedantes caseros
Vivir es resignarse al letargo
Reposo absoluto de la vida resulta vivir sin más.
Es aquí entonces cuando me voy, ya cansado, a dormir un rato.
Aldo Javier Baccaro.
Octubre 2011. BUE.
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